Objetivos y Metas

Los Adventistas del Séptimo Día se convertirán en discípulos espiritualmente maduros a través de la comunión diaria con Dios.

Afirmando nuestra identidad como hijos de Dios, estamos vivos en Cristo, arraigados y establecidos en la fe y la verdad. . .

La Iglesia Adventista del Séptimo Día está unida en el cuerpo de Cristo a través del Espíritu Santo.

Equipados y empoderados por el Espíritu Santo, los miembros y entidades de la Iglesia Adventista del Séptimo Día están comprometidos en la proclamación personal y pública.